La abuela canta. Siempre canta.
Mueve ligeros sus dedos arrugados, envejecidos, curtidos del tiempo y del sol.
Mientras trenza, canta. Cierra los ojos y canta.
En los tiempos de la esclavitud, las abuelas africanas trenzaban los cabellos de sus nietos y nietas. En sus trenzas diseñaban todo un plan de escape: verdaderos mapas, rutas de salida, puntos de encuentro en la espesura de la selva. Una esperanza de fuga en el cuerpo.
Y por ahí escondidas, en el trenzado apretado y preciso, algunas semillas. Las que asegurarían la supervivencia una vez libres.
Algo de esto nos hemos propuesto con esta colección que lanzamos. Trenzar y trenzarnos en mapas y semillas. Adivinar juntes los caminos que nos devolverán a nosotres, que nos enseñarán la salida, que nos encontrarán con horizontes nuevos. Acuerpar juntes las semillas que nos convidarán el alimento en la gran mesa colectiva, la del encuentro, la del no-falta-nadie.
Se nos ocurre pensar las narraciones que pueblan esta colección como esos mapas y semillas, trenzados así, formando nudos, intersecciones de encuentro, espacios para la fiesta compartida, relatos de resistencia y posibilidad.
La Fundación Kunayan celebra cuatro años de vida. En este tiempo nos hemos empeñado en arrimar al fuego de la noche algunos puñados de relatos y narraciones que aviven la memoria, que sostengan la identidad de nuestros pueblos, que recuperen las formas de animarnos y reconocernos cuerpo. En esa tarea nos seguimos empeñando. Esta colección que hoy sale a la luz aviva este fogón. En su resplandor nos reconocemos parte de este hermoso colectivo humano que vive de sus historias, y en sus historias lucha, resiste e inventa un mañana.
La Colección Trenzares reunirá relatos que atraviesan distintas experiencias como la Memoria, la Participación de las Infancias y Adolescencias, la Discapacidad, los Derechos Humanos, la Educación. Esperamos que la disfruten y sea una invitación a seguir trenzando (trenzándonos) porque el mañana, que está cerca, no está hecho. Habrá que inventarlo.
Equipo Editorial
Fundación Kunayan