Durante cuatro meses, lxs participantes de ARDE diseñan y desarrollan proyectos curatoriales con foco territorial, combinando herramientas teóricas, metodológicas y pedagógicas con experiencias concretas de trabajo en instituciones, espacios y comunidades. El programa incluye encuentros virtuales, tutorías individuales, seminarios y clases magistrales a cargo de referentes de distintas disciplinas y regiones de América Latina.
En un contexto donde muchas propuestas artísticas circulan de forma aislada, sin anclaje ni diálogo con su entorno, ARDE plantea que toda práctica artística necesita una dimensión curatorial situada. No se trata solo de cómo se muestra una obra, sino de cómo se construyen relatos, vínculos y experiencias que generen sentido en un territorio específico. Curar implica mediar, conectar, contextualizar y producir condiciones reales para que algo ocurra.
La curaduría territorial no es un complemento, es una herramienta clave para que los proyectos artísticos tengan impacto, continuidad y potencia transformadora. Desde esta perspectiva, ARDE busca formar artistas, educadorxs, curadorxs y agentes culturales capaces de pensar y hacer desde lo colectivo, lo situado y lo colaborativo, con la convicción de que el arte cobra fuerza cuando se enlaza con las preguntas, historias y urgencias del territorio que habita.